a) Cambio de
pensamiento
Durante los
siglos XV y XVI no sólo hubo novedades en las sensibilidades de los
europeos./ Ya hemos visto humanismo y reformas religiosas. El
pensamiento científico se fue liberando de viejas ataduras
medievales y se lanzó a la exploración de la naturaleza y el
universo. La tierra, las estrellas y los planetas, la luz y la
visión, la materia y los cuerpos, el cuerpo humano. ...El
historiador J.Burkhardt “ ha hablado de un descubrimiento del mundo
y del hombre”
El interés por
estos estudios no era exclusivamente científico. Artista, príncipes
y navegantes estaban ávidos de nuevos conocimientos que hicieran
más fáciles y productivas sus tareas.
Los principales
apoyos de este conocimiento eran la observación y el razonamiento.
También
contaron con el aporte de los antiguos griegos y muy especialmente
con el aporte de los árabes (musulmanes)
“El merito
que a la ciencia islámica corresponde por habernos legado las bases
mismas de nuestro sistema numérico, ... el reconocimiento general de
esta verdad se prolonga hasta hoy día mediante la expresión
universal de números arábicos o según la palabra de origen árabe
guarismo”
b) El comercio
con Oriente
Durante los
últimos siglos medievales se evidenció en Europa un deseo de
conocer tierras lejanas, alimentado por los relatos de viajeros a
Tierra Santa en tiempo de las Cruzadas. Muchas leyendas se trajeron
acerca de misteriosos viajeros vagando por parajes fantásticos.
Algunos, como Marco Polo. Su testimonio acerca de los pueblos de Asia
Central y del Lejano Oriente deslumbraron a los europeos...(siglos
XIII,XIV y XV)
En la mayoría
de los casos, la curiosidad iba acompañada de intereses comerciales.
Pues nobles y burgueses europeos deseaban consumir más y más los
exóticos productos asiáticos (sedas, terciopelos,perfumes,joyas con
perlas y piedras preciosas, objetos de ébano, porcelanas y por sobre
todo especies como pimienta, clavo de olor, vainilla,canela etc.
A mediados del
siglo XV la situación dio un vuelco inesperado. Cuando
Constantinopla fue tomada por los turcos (hecho que ya hemos
mencionado), el comercio con el Lejano Oriente sufrió un impacto muy
desagradable, No sólo porque los turcos no siempre autorizaban el
regreso de las caravanas comerciales provenientes de Persia, India y
China, sino porque si lo hacían cobraban impuestos carísimos. Esto
tenía la virtud de encarecer y escasear (lo que también encárese)
los productos del Lejano Oriente.
Esto
representaba varios problemas; Perdían ganancias, escasez de
especies, en particular la pimienta, tan necesaria como la sal (que
la traían de Portugal) para conservar la carne.
- En busca de nuevas rutas hacia Oriente:
Por todos los
motivos que hemos mencionado, desde la curiosidad hasta la necesidad
y la sed de ganancias, los europeos del siglo XV soñaban cada vez
más con empresas ultramarinas. La época les brindaba condiciones
favorables, En primer lugar su curiosidad geográfica les había
hecho poner al día sus conocimientos, con ayuda de antiguas y
olvidadas técnicas cartográficas.
En segundo
lugar, el avance de la técnica les proporcionó valiosos
instrumentos de orientación la brújula, el sextante o astrolabio.
Además, la técnica de construcción naval dio un nuevo producto la
carabela que, combinando velas cuadrada y triangulares y un mejor
timón, hacía más eficiente y seguro el transporte por mar.
Finalmente, el
creciente poder de muchos monarcas europeos se asoció a la empresa
del descubrimiento de nuevas tierras “camino hacia oriente” En
muchos casos respaldaron y financiaron expediciones de conquista en
busca de territorios que acrecentaran aún más su poder.
La búsqueda de
la nueva ruta estuvo naturalmente a cargo de países que tenían
costa atlántica: España y, sobre todo, Portugal. Desde mediados del
siglo XV los portugueses, que tenían una escuela de navegación en
la ciudad de Sagres, estaban tratando de circunvalar África para así
llegar a la India y el Lejano Oriente.